Un "hola" que se convierte en "adiós". Una alegría que se pinta de tristeza. Una ilusión que se apaga con una decepción. Una llegada que se viste de partida. Una sonrisa que se borra con una lágrima. Una puerta abierta que se cierra...
Toco vidas y dejo parte de mi en cada una de ellas, aunque no me recuerden. Vidas me tocan y cada una de ellas se lleva parte de mi, aunque me olviden. Tocar y dejarme tocar. Recordar y no poder olvidar. Llenarme de vidas y vaciar la mía. Completarme y sentirme incompleto.
No me gustan las despedidas, por eso yo nunca digo adiós.
Yo nunca digo adiós, porque nunca me voy.
David SV
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