viernes, 28 de diciembre de 2012

MicroCuentos

#1 A veces veo el vaso medio lleno. A veces lo veo medio vacío. A veces lo lleno de lágrimas. A veces brindo y lo vacío de un trago.
#2 Murió ahogado. Se tragó sus sentimientos por temor a salpicarla.
#3 No sabía donde guardar tu fotografía y decidí guardarla en el corazón.
#4 Él la quería mucho. Ella también. Por eso no estaban juntos.
#5 Ella pensaba que ya era tarde. Él creía que más vale tarde que nunca. Nunca más volvieron a estar juntos.
#6 Lo peor de la distancia era no saber si le estaban olvidando o si le estaban echando de menos. Él quería pensar q era lo segundo. Era lo primero.
#7 Mil caras. Mil sonrisas. Mil miradas. Pero ninguna era la de ella.
#8 Él buscaba la profundidad entre las lineas que escribía. Ella murió en la superficie de las palabras.
#9 Él dormía de noche. Ella dormía de día. Nunca se encontraron en sueños.
#10 Perdió su trabajo. Perdió su casa. Perdió a su familia. Perdió la salud. Lo perdió todo... menos las ganas de vivir.
#11 Vió morir al sol que ella vería nacer al día siguiente. Le dió un mensaje: "dile que la quiero."
#12 Él decía que ni en sus mejores sueños habría imaginado poder tener a una chica como ella. Ahora sus sueños eran todo lo que tenía.
#13 Dicen que el amor todo lo cura. A él le estaba llevando a la locura.
#14 La quería, pero debía quererse más a él.
#15 "Estoy orgulloso de ti", le dijo el orgullo mientras perdía a quien más quería.
#16 Él la echaba de menos. Ella le echaba de más.
#17 Y cuando llegaba la noche por fin podía dejar de pensar en ella. Ya solo la soñaba.
#18 No necesitaba lápiz. El papel mojado por las lágrimas expresaba todo lo que sentía.
#19 "Él no aceptaba ningún tipo de emoción o sentimiento positivo que pudiera experimentar .Lo negativo se le daba mejor. No se valoraba."
#20 Me tumbo en mi cama, cierro los ojos, y escribo sueños, dibujo ilusiones y recito anhelos. Tú estás en todos ellos.
#21 Ella le olvidó. Él no. Ella quería encontrar a alguien mejor que él. Para él, la mejor era ella.
#22 Ella seguía su camino feliz, sin él. Él era incapaz de dar un solo paso sin ella.
#23 Él le escribía a ella. Ella no le leía a él. Lo primero le daba la vida. Lo segundo le estaba matando...
#24 Él tenía miedo de dormir. Ella siempre aparecía en sus sueños. Al despertar ya no estaba...
#25 Escribieron sus nombres en la playa, en la orilla del mar. Él en una piedra. Ella en la arena.
#26 Estaba tan ocupado en ayudar a los demás, que no se dió cuenta de que el que necesitaba ayuda era él.
#27 Él tenía el corazón partido en dos. Sólo ella podía arreglarlo o destruirlo.
#28 Lo roto se puede arreglar. Lo muerto no se pueden resucitar. Yo lo rompí. Tú lo mataste.
#29 Cuando se marchó pensé: Este es el segundo regalo que te hago. El primero fué intentar que fueras feliz conmigo. El segundo dejarte ser feliz sin mi.

David

domingo, 23 de diciembre de 2012

Una gota de lluvia

- ¿Qué te gustaría ser en otra vida? - me preguntó.

- Es una pregunta difícil, nunca lo he pensado. Pero sí sé lo que fuí en otra vida. Hubo un día en que fui una gota de lluvia, redonda y perfecta.

- ¿Una gota de lluvia?

- Un día la nube en la que vivía decidió desahuciarme, y me arrojó sin comtemplaciones al abismo. Me garantizó que al caer me fundiría en un rio con otras gotas y, tras llegar al mar, el sol se encargaría de buscarme una nueva morada.

- Yo nunca he visto el mar, me encantaría verlo. Podrías llevarme algún día.

- No, yo tampoco he visto el mar. Eso fué lo que me dijo la nube, pero al caer solo veía edificios. Las gotas de lluvia que no llegan al mar mueren para siempre, y por eso el agua fluye tan deprisa, porque tiene que llegar a algún lugar que le permita seguir viviendo antes de morir de sed.

- ¿Y como es que estás aquí, en otra vida?

- Cuando caía imploré al Dios de la lluvia para que me diese otra oportunidad, aunque no fuera como gota de lluvia. Cuando ya había perdido toda esperanza, justo cuando estaba a punto de reventar contra el suelo, apareció una mejilla rota de dolor y me convertí en lágrima. Por eso ahora ya no puedo llorar...

Extracto del libro "El suspiro amarillo" (Javier Martin-Caro Junoy)



viernes, 21 de diciembre de 2012

PERDÓNAME



Por haberte querido poco y mal
Por quererte mucho y tardE
Por pensaR cada día en ti cuando estaba contigo
Por seguir haciénDolo cuando estoy sin ti.
Por nO haber sabido hacerte sentir especial
Cuando para mi tú has sido lo más importaNte
No lo hice mAl
pero podría haberlo hecho Mejor
TE QUIERO


David SV



jueves, 20 de diciembre de 2012

EL FIN DEL MUNDO TIENE TU NOMBRE

¿Y qué más da si mañana se acaba el mundo? ¿Qué más da? Si mi mundo empezó contigo y acabó sin ti. Y es que yo nací el día en que te conocí, y comencé a morir el día en que te vi partir. Aunque la canción diga que de amor no se muere, yo digo que por amor se deja de vivir. Aunque digan que llueve porque los ángeles lloran, yo digo que los ángeles lloran porque llueve.

Camino por las calles sin rumbo, sin destino, tratando de huir de la realidad que aparece ante mi cada vez que abro los ojos. Persigo sombras que dibujan tu cuerpo en el suelo, esperando alzar la vista y encontrate frente a mi calmando el frio que busca mi calor. Te busco en las sonrisas de la gente, en sus gestos, en sus miradas. Me siento en un banco a ver si, por casualidad, te veo sentada a mi lado cogiéndome la mano, borrando con caricias el ayer, dibujando el mañana.

Ojos tristes que miran pero no ven. Lágrimas atravesadas que no mojan pero que no dejan ver luz... En las noches como en la que nos vimos por primera vez, la luna me pregunta por ti, por que te fuiste, por qué te llevaste las estrellas de mi cielo dejando solo oscuridad. ¿Eso es a lo que llaman el "fin del mundo"?

Mientras tanto yo seguiré esperando a que llegue(s). El fin del mundo tiene tu nombre.

David SV





sábado, 15 de diciembre de 2012

SIN TI, SENTÍ

Sin ti sentí... Una hoja en blanco y el corazón en la mano. Lágrimas en los dedos y una espina clavada en el alma. Relleno páginas vacías de sentimientos con un quizás, o más bien con ojalás.

El tiempo se detiene con mis gritos en el silencio. Tu nombre en mi boca y no sé si tiemblo por el frio o por su sabor. Cierro los ojos y vivo mis sueños, porque la realidad me golpea cada vez que los abro. En la oscuridad que me invade busco un reloj de arena vació, tu olor en las sábanas, tu recuerdo en mi piel, tu cabeza en mi almohada,... Quiero encontrar una mesita de noche para llevarte cada mañana un beso en la mejilla y mil te quieros.

Sigues siendo la inquilina de todos mis pensamientos y no pagas alquiler por esta estancia cargada de magia. Mi corazón, que tiene tu forma, me da la vida latiendo con las alegrías del recuerdo y me la quita cuando la tristeza lo calla, cuando se da cuenta de que el ayer jamás será mañana.

Y es que escribir(te) es lo único que me queda. Y es que esperar a que me leas es lo único que mi alma desea.

Mi cielo está gris esperando a que tú lo pintes. Las lágrimas bajan desde las nubes por el pincel teñido de colores. Echar(te) de menos debería estar prohibido si no vas a volver.

Sin ti me sorprendo hablando en plurales, imaginando historias que hablan de nosotros, paseando por la playa agarrando con mi mano a la nada, acompañando a mi soledad... Ando buscando el camino de tu destino, cruzando vías por si vuelve a pasar tu tren, volando en sueños por si te encuentro dormida, nadando mares por si alguno de ellos es el de tus lágrimas, soplando velas por si el fuego me concede un último deseo, saltando precipicios por si caigo de nuevo en tus brazos, dejando de respirar por si tus besos me vuelven a dar aire.

El vacío de tu ausencia es tan grande que está lleno de ti, de tus miradas, de tus sonrisas, de tus caricias, de tus susurros, de tus besos.

Sin ti sentí, sí, pero contigo también.

David SV


jueves, 13 de diciembre de 2012

SI QUIERES

Aunque ahora estés muy lejos, si algún día te pierdes, yo estaré contigo para encontrarte (si quieres).

Aunque ahora tu cielo sea de colores, si algún día se vuelve gris, yo estaré contigo para pintarlo (si quieres).

Aunque ahora tu sonrisa brille, si algún día se apaga su luz, yo estaré contigo para volver a encenderla (si quieres).

Aunque ahora tus ojos iluminen tu camino, si algún día sólo ven oscuridad, yo estaré contigo para guiarte (si quieres).

Aunque ahora tu corazón vibre con más fuerza que nunca, si algún día le llega de nuevo la tristeza, yo estaré contigo para devolverle la alegría (si quieres).

Aunque ahora tu alma vuele libre, si algún día pierde sus alas, yo estaré contigo para enseñarle a otra vez a despegar (si quieres).

Aunque ahora vivas tus sueños, si algún día dejas de soñar, yo dormiré contigo y soñaremos juntos (si quieres).

Solo quiero que sepas que (si quieres) yo estaré contigo.

David SV